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ETHAN, LUJURIA Y REDENCIÓN
Soy Ethan Blackwood, el chico que lo tenía todo, lujo, fama y atención. Como modelo, vivía en un constante desfile de belleza y éxito en Nueva York. Eso cambió cuando cometí un error que me obligó a dejarlo todo atrás. Ahora estoy en Grindelwald, un pequeño pueblo de Suiza, rodeado de montañas y nieve, intentando esconderme del mundo. Mi plan era quedarme en las sombras, pagar por mis pecados y salir limpio. Hasta que conocí a Ava. Misteriosa, desafiante y con una vida complicada. Tendría que alejarme, pero no puedo. Ella es todo lo que no debería querer y, aun así, es lo único que deseo. Por desgracia, no importa cuánto corra o dónde me esconda, los secretos siempre salen a la luz y esta vez podría costarme más de lo que estoy dispuesto a pagar.
DAMIAN, CAOS Y PASIÓN
Soy Damian Blackwood, abogado y experto en mantener el control. Mi vida siempre ha seguido un reglas claras, pasos precisos y no dejar nada al azar. A pesar de eso, últimamente todo ha empezado a desmoronarse y el control del que alardeo se me escapa entre los dedos.
Y es en medio de todo ese caos cuando aparece Abi.
Ella es directa, provocadora e imprevisible. En definitiva, todo lo que he evitado durante años. Me altera. Con ella no hay lugar para mis reglas ni para mi equilibrio.
Lo fácil sería mantenerme lejos, seguir jugando a ser el tipo frío e intocable. Pero lo fácil dejó de ser una opción al darme cuenta de que despierta algo en mí que no debería permitirme pasión.
Soy Julian Blackwood y siempre he sabido disfrutar la vida. Trabajo en lo que me gusta, Nueva York es mi patio de juegos y las complicaciones nunca han sido lo mío.
Hasta que Clara se cruza en mi camino.
Es mi nueva vecina y, desde el primer momento, algo en ella me atrae. Quizá es su forma de evitarme, su actitud reservada o la manera en la que intenta pasar desapercibida. No lo sé. Lo único que tengo claro es que cuanto más intenta marcar distancia, más ganas tengo de cruzar la línea.
No me importa si guarda secretos ni si insiste en mantener las cosas en un absurdo límite. Cuando quiero algo, no hay quien me detenga.
Y ella me está tentando a quererlo todo.
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