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SIN COMPASIÓN
Debería haber sabido que cambiaría mi vida en el momento que la vi.
Las mujeres como ella están hechas para destruir a hombres como yo.
Sin embargo, no pude resistirme a la tentación.
Me la entregaron para comenzar una guerra; la cual estoy ansioso por terminar.
Pero no sabía en lo que me convertiría por tenerla, que su llegada lo cambiaría todo.
Ella puede ver en mi interior de una manera en que nunca antes alguien lo había hecho.
Su inocencia y vulnerabilidad son mi perdición, y eso me fastidia.
Y no debo ceder.
Soy un hombre despiadado, no permito que nadie se me acerque.
Soy un hombre de corazón frío que no arriesga nada por nadie.
Soy un hombre poderoso frente a una mujer por la que no debería sentir compasión.
Y de la que tampoco debería enamorarse.
Al principio, sus palabras fueron duras y sus caricias se sentían frías sobre mi piel.
Sabía que él era un hombre peligroso y que podría destruirme si se le diera la gana.
Sin embargo, eso no era lo que él quería. No era lo que él necesitaba.
Tampoco era lo que él deseaba.
Fue muy fácil perderme estando cerca de un hombre tan poderoso e inalcanzable.
De un hombre que sabía lo que quería, y yo era su objetivo.
Caricias suaves y las miradas robadas hicieron que mi sangre se calentara y mi corazón latiera de una manera que no sabía que podría hacerlo.
Sí, fue fácil caer en la bruma de la lujuria y el deseo.
Pero había una razón por la cual se ganó la reputación de ser un hombre sin corazón.
Y debería haberme resistido a él.
SIN ALIENTO
Sus labios sabían a Cabernet y su toque era como el fuego.
Estaba cegado por lo que me hizo.
Caí tan fácilmente por algo que pensé que nunca tendría.
Fui débil por ella y debería haberlo sabido. Debería haber sabido que ella nunca podría amar a un hombre como yo.
Ella sacó un lado de mí que ojalá hubiera permanecido muerto.
No cometeré el mismo error dos veces.
No me importa lo mucho que me ruegue.
No me importa que la anhele más que nada...
SIN FINAL
Él tiene un poder sobre mí como nadie más podría jamás.
Tal vez sea porque mi corazón suplica latir al compás del suyo.
Tal vez sea porque mi cuerpo se inclina ante el suyo y solo suyo.
Tal vez es porque pensó que me amaba incluso antes de que me viera.
Pensó mal, no era a mí a quien creía amar, y nada me ha hecho sufrir como ese secretito.
Pensó que yo le pertenecía, pero estaba equivocado.
Nunca se suponía que fuera yo.
Nuestros recuerdos son engañosos, pero sé lo que quiero ahora.
Lo que necesito más que nada.
No descansaré hasta que sea tan mío como yo de él.
Siempre ha sido él.
EFFORTLESS
Epílogo extra.